Hay diferentes tipos de investigación, en la cual muchos investigadores tienen su punto de vista, Gay 1996, Rodríguez 1986, Piscoya 1982, Ñaupas y otros 2013, distinguen dos tipos: la investigación básica pura o fundamental la cual se viene desarrollando desde que el ser humano desarrollo la curiosidad por descubrir el porqué, para qué, cómo y cuándo sobre la naturaleza, la sociedad y el pensamiento. Los grandes iniciadores fueron los filósofos y luego científicos quienes consolidaron el desarrollo de la ciencia.
Los filósofos clásicos de la Grecia antigua sentaron las bases del inicio de la filosofía para responder las grandes preguntas sobre la naturaleza, la sociedad y el pensamiento que hasta ahora se trata de desarrollar la ciencia para el bienestar de la humanidad.
Existen muchos modelos y diversas clasificaciones de investigación: según el nivel, diseño y propósito. Sin embargo, independientemente de su clasificación, “todos son tipos de investigación, y al no ser excluyentes, un estudio puede ubicarse en más de una clase” (Arias, 2006, p. 23).
Clasificación y características
1.1. Según el nivel
(o alcance)
Su propósito es recabar información para reconocer, ubicar y definir problemas; fundamentar hipótesis, recoger ideas o sugerencias que permitan afinar la metodología, depurar estrategias, etc. (Rojas-Soriano, 2013, p. 41). “Se caracterizan por ser más flexibles en su método en comparación con las descriptivas, correlacionales o explicativas, y son más amplias y dispersas” (Hernández-Sampieri et al, 2014, p. 91).
b. Descriptiva: busca especificar las propiedades, las características y los perfiles de personas, grupos, comunidades, procesos, objetos o cualquier otro fenómeno que se someta a un análisis, con el fin de establecer su estructura o comportamiento (Arias, 2006; Hernández-Sampieri et al, 2014). “Describe tendencias de un grupo o población” (Hernández-Sampieri et al, 2014, p. 92).
Su objetivo central es obtener un panorama más preciso de la magnitud del problema o situación y sus resultados se ubican en un nivel intermedio en cuanto a la profundidad de los conocimientos se refiere (Arias, 2006; Rojas-Soriano, 2013).
c. Correlacional: tiene como finalidad conocer la relación o determinar el grado de asociación (no causal) que exista entre dos o más conceptos, categorías o variables en una muestra o contexto en particular (Arias, 2006; Hernández-Sampieri et al, 2014). En estos estudios, primero se miden las variables y después se cuantifican, analizan y establecen las vinculaciones; luego, mediante pruebas de hipótesis correlacionales y la aplicación de técnicas estadísticas, se estima la correlación (Arias, 2006; Hernández-Sampieri et al, 2014).
Su utilidad principal es saber cómo se puede comportar un concepto o una variable al conocer el comportamiento de otras variables vinculadas; es decir, “intentar predecir el valor aproximado que tendrá un grupo de individuos o casos en una variable, a partir del valor que poseen en las variables relacionadas” (Hernández-Sampieri et al, 2014, p. 94).
Algunos autores (Ary, Jacobs & Razavieh, 1989; citado en Arias, 2006) consideran a los estudios correlacionales como un tipo de investigación descriptiva que trata de determinar el grado de relación existente entre las variables.
d. Explicativa: busca el porqué de los hechos, eventos y fenómenos físicos o sociales mediante el establecimiento de relaciones causa-efecto (Arias, 2006; HernándezSampieri et al, 2014). “Se centra en explicar por qué ocurre un fenómeno y en qué condiciones se manifiesta o por qué se relacionan dos o más variables” (HernándezSampieri et al, 2014, p. 95).
Estos estudios pueden “ocuparse tanto de la determinación de las causas (investigación post facto), como de los efectos (investigación experimental), mediante la prueba de hipótesis. Sus resultados y conclusiones constituyen el nivel más profundo de conocimientos” (Arias, 2006, p. 26).
Cabe resaltar que no hay que confundir la investigación documental en sí con “el proceso de documentación o revisión bibliográfica que, obligatoriamente, se debe llevar a cabo al iniciar una investigación en cualquier área del conocimiento” (Martins & Palella, 2012, p. 91).
b. De campo (o diseño de campo): consiste en la recolección de datos directamente de los sujetos investigados, o de la realidad donde ocurren los hechos (datos primarios), sin manipular o controlar variable alguna (Arias, 2006; Martins & Palella, 2012). El investigador obtiene la información pero no altera las condiciones existentes, por medio de la observación directa, la entrevista u otras técnicas (Arias, 2006; Martins & Palella, 2012; Rojas-Soriano, 2013). También, se puede realizar a nivel exploratorio, descriptivo y explicativo.
c. Experimental: “consiste en someter a un objeto o grupo de individuos a determinadas condiciones, estímulos o tratamiento (variable independiente), para observar los efectos o reacciones que se producen (variable dependiente)” (Arias, 2006, p. 33). En cuanto al nivel, es explicativa, porque su propósito “es demostrar que los cambios en la variable dependiente fueron causados por la variable independiente” (Arias, 2006, p. 33) y “se caracteriza fundamentalmente, por la manipulación y control de variables que ejerce el investigador durante el experimento” (Arias, 2006, p. 34).
b. Aplicada: también denominada activa o dinámica, y se encuentra ligada a la pura ó básica, porque depende de sus descubrimientos y aportes teóricos (Tamayo, 2003).
Ejemplos y utilidad
Investigaciones pura o teórica y aplicada o práctica
Investigación pura es el estudio de un problema, destinado
exclusivamente a la búsqueda de conocimiento.
Las ciencias puras son las que se proponen conocer las leyes
generales de los fenómenos estudiados, elaborando teorías de amplio alcance
para comprenderlos, y que se desentienden —al menos en forma inmediata— de las
posibles aplicaciones prácticas que se pueda dar a los resultados.
Ejemplo: de las
ciencias físicas, que son puras, surgen las ramas de la ingeniería mecánica,
electrónica, etcétera.
No hay ciencia aplicada que no tenga detrás suyo un conjunto
sistemático de conocimientos teóricos “puros”, y casi todas las ciencias puras
son aplicadas constantemente para la resolución de dificultades concretas.
La investigación pura desarrolla la disciplina en términos
abstractos y desarrolla principios generales.
En cuanto a la investigación aplicada, también llamada
utilitaria, se plantea problemas concretos que requieren soluciones inmediatas
e iguales de específicas. Por ejemplo, una vacuna contra el sarampión.
La investigación aplicada tiene como objeto el estudio de un
problema destinado a la acción. La investigación aplicada puede aportar hechos
nuevos, si proyectamos suficientemente bien nuestra investigación aplicada, de
modo que podamos confiar en los hechos puestos al descubierto, la nueva
información puede ser útil y estimable para la teoría.
La investigación aplicada, por su parte, concentra su
atención en las posibilidades concretas de llevar a la práctica las teorías
generales, y destina sus esfuerzos a resolver las necesidades que se plantean
la sociedad y los hombres.
La resolución de problemas prácticos se circunscribe a lo
inmediato, por lo cual su resultado no es aplicable a otras situaciones. La
investigación aplicada puede integrar una teoría antes existente.
La resolución de problemas echa mano típicamente de muchas
ciencias, puesto que el problema es algo concreto y no se le puede resolver
mediante la aplicación de principios abstractos de una sola ciencia.
Investigación
experimental.
La investigación experimental se presenta mediante la
manipulación de una variable experimental no comprobada, en condiciones
rigurosamente controladas, con el fin de describir de qué modo o por qué causa
se produce una situación o acontecimiento particular.
Un experimento es una pregunta a la naturaleza.
En los diseños experimentales, el investigador no sólo se
encuentra en condiciones prácticas de llevar a cabo un experimento sino que
conoce también, en buena medida, la naturaleza del fenómeno que investiga.
Las investigaciones experimentales han sido realizadas por
psicólogos que trabajaban con animales o estudiaban respuestas humanas de
carácter elemental, como la percepción o el aprendizaje simple. También los
psicólogos sociales adoptaron los métodos experimentales para el examen de
pequeños grupos en el laboratorio.
Las miradas de Descartes, Newton, Comte, Pasteur, Bacon,
quienes hicieron la gran revolución del conocimiento en los siglos xvi al xix,
nos llevaron a tres siglos de racionalidad cartesiana y de formación
positivista que estancaron el avance de la ciencia al no ser cuestionados sobre
su visión acerca de que el determinismo y la predicción se podían elevar a
fórmulas matemáticas, sentimientos, motivaciones, ideas, planes, opiniones,
posturas frente al mundo, todo aquello que no podemos observar.
Tres grandes revoluciones se dieron en el siglo xx que
cambiaron nuestros parámetros anteriores: Einstein y su teoría de la
relatividad, los avances en física cuántica (en todo hay una energía llamada
quanta) y la teoría del caos que insistiría en la necesidad de estudiar no sólo
la armonía, sino también el caos.
De ahí al otro paso, que es cualificar, valorar lo
subjetivo, darle importancia al todo, al sistema total, eso es lo holístico y
lo ecológico universal. No es negar al otro sino crear, recrear y enriquecer
eso que creemos tan obvio pero que no lo es, que se llama realidad
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